4 mitos más comunes del Masaje Tántrico

Por el Centro Amor Propio

Mito 1: El masaje tántrico no es sexo, no es un encuentro erótico o una forma de tener sexo.

El Tantra sostiene que la sexualidad es un pilar fundamental en el camino hacia la iluminación. En este sentido, el masaje tántrico es una de las diversas herramientas que tiene el Tantra, que permite a través de su práctica, conectar con la energía kundalini y trabajar en la activación de la bioelectricidad corporal, además de conectar con los centros energéticos llamados Chakras, entre otros aspectos psicoemocionales. Dicha experiencia se vuelve única, para quien desea comprenderse y amarse más.

Mito 2: No existe interacción sexual entre quien recibe y quien lo realiza, a menos que sea con una pareja de confianza.

Confusamente existen muchos lugares con servicios de escort o damas de compañia, prostitución que nombran masaje tántrico a este tipo de interacción sexual, como una forma de cumplir un fetiche o fantasía con un solo objetivo sexual, ofreciendo masaje tántrico con “ final feliz'', pero en definitiva no resuelve la dependencia sexual, la disfunción sexual, el trauma sexual, la relación interna con el propio cuerpo, el placer , las relaciones, el potencial humano, etc.

Mito 3: Masaje tántrico no es lo mismo que el masaje de Yoni o Lingam.

Existen diversas variantes del Masaje Tántrico, y en particular Yoni y Lingam son aquellos masajes tántricos en que se interviene la zona genital femenina o masculina. Este mito es importante, ya que el masaje tántrico puede incluir todo el cuerpo o solo parte de él, y no necesariamente abarca la zona genital, pues se logra una experiencia muy intensa y profunda explorando las diversas zonas sensibles como las manos, el cuello, los pies, espalda, etc. Aquí se desgenitaliza o se saca el foco de los genitales, pues el placer, los orgasmos y el éxtasis se pueden expandir y sentir en todo el cuerpo.

Mito 4: ¡Tampoco el masaje Yoni ni el masaje Lingam son masturbación!

El masaje está centrado en el presente, no es una experiencia centrada en el objetivo de masturbar. Asimismo no es lo central lograr orgasmos, eyacular o mantener la erección. Las técnicas utilizadas en la genitalidad son para el equilibrio energético, activación de órganos y glándulas sexuales (entre otros) para sanar emociones, soltar bloqueos, represión, traumas de origen sexual y a su vez permitir conexión con el amor propio, el placer y más detalles para tu evolución personal.

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