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Los orientales han escrito por siglos sobre el arte de la sexualidad para alargar la vida, sanar, revitalizar y fortalecer nuestro ser. Si, ellos lo sabían, y nosotros también lo sabemos!
Todas y todos somos sexualidad, nacimos del sexo y por naturaleza intrínseca somos seres sexuados, capaces de renovar, crear y crecer a través de nuestro ser sexual.
Cada parte de nuestro cuerpo está interconectada y a su vez vinculada con el mundo externo, nuestras relaciones y la sociedad en general. No hay separación de lo que acontenece en nuestra intimidad/sexualidad con nuestra vida cotidiana.
Poseemos centros energéticos denominados Chakras, los cuales están conectados con nuestros órganos y emociones. Por ejemplo el primer chakra Muladhara es el sostenedor de la raíz, instinto de supervivencia y la seguridad, que se ubica entre el ano y el perineo y está conectado con el aparato digestivo inferior y las glandulas suprarrenales. Luego tenemos un segundo chakra, Svadhisthana, sostenedor de la emoción, energía sexual, creatividad y que se ubica en el la zona de la pubis, conectado con los testículos, ovarios, próstata. Así sucesivamente tenemos centros energéticos, localizados e interconectados en las diferentes zonas del cuerpo.
Como vemos, nuestra región pélvica es la base de nuestra calidad de vida. Ahí alojamos la vitalidad, el sentido de pertenencia, la visión, la creación, la estabilidad emocional, entre otros. Tristemente para muchos, es la zona que más se reprime, se niega, se guarda bajo la alfombra, restándole la importancia que se merece habitar la sexualidad para el fortalecimiento del ser.
En esta falta de importancia acontecen heridas, historias de dolor y/o frustración en torno a la sexualidad humana. Estas se mantienen como una bomba de tiempo, explotando en caos y desequilibrio orgánico que puede culminar con temores, enfermedades y/o síntomas sexuales, como por ejemplo anorgasmia, escases de deseo, vaginismo, eyaculación precoz, disfunción eréctil, miedo a establecer relaciones de pareja, entre otros.
¿Cómo comenzar a sanar la sexualidad?
Una vez decidida/o a fortalecer tu sexualidad, organiza el tiempo de tu semana para hacer alguna práctica individual y conectar solamente con el cuerpo y los cinco sentidos.
Confía en tu proceso y ten encuenta que nada es mágico, pues el cuerpo necesita un tiempo para procesar la información. Puedes hacer yoga, danzar, ejercicios de respiración consciente, ritual sexual, tener encuentros sexuales pero siempre centrado en tus primeros centros energéticos. Visualizando internamente que estás desbloqueando, liberando y sanando tu sexualidad.
6 Tips de Práctica de Sanación Sexual
Expresa tus emociones durante tu práctica de movimiento corporal y percibe con consciencia todos tus sentidos.
Limita las Eyaculaciones (solo para seres con pene) para cultivar y alargar tu ciclo vital.
Expande tu capacidad multiorgásmica a través de la respiración profunda y consciente.
Multiplica los Orgasmos para elevar tu energía y sanación psicoemocional y física.
Haz circular internamente tu energía para tener experiencias sexuales más trascendentales.
Realiza prácticas curativas como masaje cuerpo completo, genital, posturas distintas por ejemplo con apertura de caderas y mucho movimiento pélvico.
¿Te atreves a practicar?
Texto creado con amor y alegría por Karla & Iván.