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El masaje es una técnica o herramienta ancestral utilizada desde hace siglos por diversas culturas en todo el mundo para el bienestar en general, para prevenir enfermedades y también como receta para mejorar la salud física/mental/emocional y/o energética del ser.
Existen diversos tipos de masajes, como por ejemplo ayurvédico, tailandés, tántrico, de relajación, descontracturante, deportivo, con piedras calientes, con madera, hierbas, gemas o cristales... los hay de muchos tipos. Y todos con sus diversas características. Cada uno de estos tipos de masaje ayudará según el motivo de consulta. Por ejemplo, si estás en un periodo de estrés, un buen masaje descontracturante y/o relajante podría ser bueno para amortiguar el impacto psicoemocional y fisico del momento, o también podría ser útil como autocuidado personal.
Si buscas trabajar aspectos más profundos como fortalecer las relaciones, la sexualidad, crisis exitencial... un proceso con masaje tántrico podría ser una excelente herramienta de sanación y de desarrollo personal. Te ayudaría a canalizar de mejor forma todos los compuestos energéticos, incluyendo la energía vital/sexual. En este sentido, un masaje tántrico no es un masaje erótico o sensual, en el proceso no existe interacción sexual entre terapeuta y clienta/e.
Cuando vivencias un proceso de masaje tántrico, es tan poderoso que trae consigo múltiples beneficios como por ejemplo activa y resetea la energía bioeléctrica del cuerpo, generando un gran impacto a nivel neuro cerebral, permitiendo una transformación trascendental y profunda. La persona entra en su mundo interno, intuición, matriz ancestral, su cosmos, posibilitando la cura y el bienestar en todos los aspectos de su Ser. Sin embargo, lamentablemente estamos en una crisis sanitaria mundial, siendo dificil encontrar a un/a profesional que pueda ayudar de forma directa y presencial utilizando esta herramienta.
Entonces las alternativas que tenemos en estos tiempos es aprender a conectarse consigo misma/o, sin intervención de otra persona. ¿Lo puedes hacer?
¿Cómo practicar de forma individual un automasaje tántrico?
Prepara tus propios tiempos. Puede ser semanalmente, semana por medio o una vez al mes. Destina 2 a 3 horas de conexión íntima contigo misma/o. El lugar debe ser de atmósfera especial, con luz tenue, la habitación temperada, música de relajación, velas aromáticas, aceite orgánico de coco (tibiecito), toalla grande para no manchar la alfombra o cubrecama.
Práctica individual de Automasaje Tántrico
Meditación en movimiento. Equilibra tu mente, cuerpo y emociones, debes estar presente y relajada/o, en el momento presente, muévete, danza, sacúdete, salta como gustes.
Explórate y recórrete con la yema de los dedos. Con dedicación utiliza tus yemas de forma sútil, siente tu sensibilidad en todo el cuerpo, no dejes un centímetro de piel sin recorrer y al mismo tiempo respira profundo y consciente de lo que sucede dentro de ti, mantente percibiendo todo mas allá de lo visible.
Explórate y recórrete con aceite. Dedica espacio para darte un automasaje en todas las zonas de tu cuerpo, comenzando desde los pies, piernas, vientre, torso, cuello y por último tu genitalidad. Siempre respira profundo y consciente, sé un/a observador/a de cómo tu energía sexual comienza a ascender en sensación de calor, cosquilleo y/o pensamientos, fantasías.
Reposa tu experiencia tántrica por 15 a 30 minutos. Descansar es muy importante para procesar lo experimentado.
¿Te atreves a practicar?
Texto creado con amor y alegría por Karla & Iván.