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Por el Centro Amor Propio
Lo que el cuerpo registra no sólo va al cerebro, ¡la experiencia queda en el cuerpo! Aparece como reacción automática y le da un contexto orgánico a lo que vivimos, es decir no es sólo un contenedor, somos cuerpo, quizás la trampa está en pensar que el cuerpo y mente son cosas distintas y separadas, cuando más bien esta división responde más bien a una necesidad racional de separar para tratar de entender o conceptualizar qué es lo que somos y cómo estamos constituidos.
El Masaje Tántrico es una técnica del Tantra, la cual ayuda a activar y canalizar la energía, a conectar con la sensibilidad del cuerpo. Remueve emociones, memorias del cuerpo y la mente, logrando una profunda experiencia de éxtasis a través del potencial orgásmico.
El Centro Amor Propio ofrece una gama ampliada de experiencias sensoriales y energéticas, que combinan técnicas de masaje tántrico método Deva Nishok con terapias integradas de respiración, dinámica vibratoria, sex coaching, terapia sexual, entre otras especialidades en el trabajo con sexualidades.
Con los tratamientos de sesiones masaje tántrico, las personas comienzan a experimentar orgasmos de alta calidad (hiperorgasmos), que tienen una mayor intensidad y son más prolongados en el tiempo en comparación con el orgasmo del sexo convencional o de la autoestimulación. . Esto ocurre a partir del despertar de la bioelectricidad, la tonificación muscular, el reencuadre del tacto y la desconexión del placer de los estímulos psicógenos.
El trabajo que realizamos con el masaje tántrico forma parte de la idea de expandir la capacidad sensorial y energética del cuerpo. Cuando una persona atraviesa el proceso de desarrollo del potencial orgásmico, muchas cosas se ven afectadas. En el aspecto fisiológico, es posible experimentar aumento de vitalidad, desbloqueo de canales de energía, disminución de la tensión muscular, disminución de la incidencia de estados patológicos crónicos, aumento de la libido, entre otros beneficios.
Pero quizás el efecto más importante se manifiesta en los aspectos emocionales y espirituales, ya que las personas experimentan un estado de autoaceptación, autorresponsabilidad, mayor ligereza en la vida, mayor amor por sí mismos y por los demás, un mayor sentido de pertenencia, mayor interiorización y estados de expansión de la conciencia.
Es una obra de la sexualidad altamente resolutiva y transformadora. Incluso es una técnica muy eficaz para curar la anorgasmia o pérdida de la libido, en el caso femenino, y la eyaculación precoz o disfunción eréctil, en el caso masculino.
En otras palabras, actuamos en la esfera del orgasmo terapéutico. Para nosotros, el orgasmo es el estado más puro de conciencia, y cuanto más intenso es el movimiento de energía asociado, más poderosa es esta inmersión en su ser real.
Así, un orgasmo es una excelente oportunidad para sanar el cuerpo y las emociones, ya que la energía que se mueve en él (energía sexual) afecta directamente nuestra percepción, nuestra capacidad creativa y la sensación de plenitud y satisfacción.
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