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Se llama disfunción sexual a la dificultad que se presenta durante alguna las etapas de la respuesta sexual, entre las cuales se incluyen principalmente trastornos que afectan al deseo, la excitación, el orgasmo y también las provocadas por dolor. Las disfunciones sexuales evitan que la persona o la pareja disfruten satisfactoriamente de la actividad sexual, para que tengas una ideas éstas son las principales disfunciones de acuerd o a las categorías mencionadas:
DESEO:
Deseo sexual hipoactivo, este se caracteriza por una ausencia de fantasías sexuales y de deseos de actividad sexual.
Trastorno por aversión al sexo, este se caracteriza por una evitación activa de contacto sexual genital con otra persona.
EXCITACIÓN:
Disfunción eréctil en el hombre, caracterizada por una incapacidad para mantener la erección.
Trastorno de la excitación en la mujer, caracterizada por una incapacidad persistente o recurrente para obtener o mantener la respuesta a de lubricación.
ORGASMO:
Trastorno orgásmico femenino, corresponde a una incapacidad para lograr el orgasmo en la relación sexual
Eyaculación precoz, la respuesta orgásmica y/o reflejo eyaculatorio se produce antes de lo esperado.
Eyaculación retardada, dificultad para alcanzar la respuesta orgásmica.
DOLOR:
Vaginismo, hay una contractura muscular involuntaria que impide la penetración.
Dispareunia, dolor debido a la penetración o durante el coito.
Cabe destacar que cada uno posee un diagnóstico específico y es importante que consultes a un médico si te sientes identificado con alguna de ellas, sin embargo el experimentar sólo una vez alguna de ellas no significa que tengas una disfunción, ya que por lo general se trata de dificultades que se presentan de forma persistente por un periodo prologado de tiempo.
Las disfunciones sexuales pueden manifestarse al comienzo de la vida sexual o pueden desarrollarse más adelante, paulatinamente con el tiempo o súbitamente como incapacidad total o parcial para participar o disfrutar de una o más etapas del acto sexual. Las principales causas de las disfunciones sexuales son tres:
10% físicas, relacionadas a lo hormonal o genital.
20% psicológicas, vinculadas a la personalidad, emociones y pensamientos.
70% sociales, relativas a las conductas, aprendizajes, estado de la relación y tipo de estimulación.
Esto quiere decir que la mayoría están originadas por factores culturales, como son la falta de información, mal aprendizaje, mala técnica, vergüenza o miedo, por lo tanto la educación en sexualidad así como el recurrir a fuentes confiables de información son fudamentales, ya que se quiebran mitos y tabúes en torno a la sexualidad, se propicia una conducta sexual responsable y posibilita además tomar decisiones y acciones conscientes, todo esto impactando positivamente en la salud sexual.